miércoles, 11 de marzo de 2015

Fluye

Cuando mis ojos ya no se abran
a sentir la luz, ciegas las pupilas
y las pestañas descansando suaves
sobre el azul pétreo de las cuencas
quiero arder como arde el papel,
como un libro, pasando las hojas
de mi ser, y páginas llenas de letras
que se consumen y se van para no volver.
¡Y qué tristeza, que dolor en el pecho,
que se tarda toda una vida
en hacer una persona,
y unos minutos en destruirla!
Cuando mis células no esten ya
unidas entre sí, cuando el tiempo
me quite mi cuerpo y mi mente
no pida más que sueño,
cuando por mis venas no fluya nada ya,
seco el interior de pasión y emociones
como única intención pasar el tiempo
entre almoadones y malas programaciones,
quiero fundirme en el aire, evaporarme,
devenir por el mundo, pasar a través de ti,
que no me veas ni me toques sino me sientas,
entrar en tus pulmones, condensarme ahí.
¡Y que alegría, que dicha sin fin,
que toda una vida mirándote y pensándote,
te miro y me veo luego en ti,
y fluyo por tus venas como tu fluyes en mí!
Te hablo, te escribo, te comunico amigo,
que igual que yo formarás parte al fin
del río en que te bañas
que también me contiene a mi.

No hay comentarios:

Publicar un comentario