La soledad se vive
mejor
en companía.
El tiempo se derrama
por mi boca
derritiéndose
y en los muebles el polvo
una capa que esconde
los libros por leer.
Migas de pan en la ventana
y en la mesa una copa
de vino
y sí
la soledad no es nada
en compañía
y la sangre no es nada
cuando se entremezcla el vino
y el tiempo no es nada
si no lo notas pasar.
Siento el vivir
como una lenta caricia
que el tiempo me regala
antropomorfa:
cabello rizado
o pies cosquillosos.
La soledad
se escurre por los barrotes
de la ventana
en un cuarto
y debajo un sillón
amarillo -parece
y la busco
(y no la encuentro)
una emoción
abstracta
vaciando huecos de mi cuerpo
y entonces encuentro
notitas en la pared
en la nevera
en la linea de mis pestañas:
"Volvemos luego,
échanos de menos."
domingo, 22 de noviembre de 2015
A Aida y Joshua
sábado, 21 de noviembre de 2015
Marina sin prefjos
"All the flowers that you planted in the backyard,
all died when you went away"
Sinéad O'Connor
all died when you went away"
Sinéad O'Connor
I
Submarina sumerge su cabeza de metal debajo del agua. La bañera vomita agua con espumosa por los bordes y Submarina contiene la respiración, soltando burbujitas de agua por la nariz.
Ha perdido a alguien en lo profundo del océano, y Marina es submarina mientras el agua le sumerge el cuerpo desnudo en la bañera. Desliza su cuerpo a lo largo del baño y se gira, boca abajo, y alargando un dedo del pie arranca el tapón a la bañera. El agua se filtra y se derrama lejos de Marina, dejando su cuerpo empapado en espuma. Quisiera ser espuma de mar, envolver el cuerpo de su amiga hundida como un barco de vela en una tormenta. Pero la espuma es jabón. Marina sale de la bañera.
Hace tiempo fue Marina. Sin prefijo. Pero ahora siempre es Sub-. Submarina, subliminal, subconsciente... El baño la ha relajado. Acerca su cuerpo de vértices al armario y toma prestado el vestido negro, que cae sobre sus vértices derramando su tela-líquida y cae, cae al suelo formando charcos de algodón y moda primavera.
El cuerpo desnudo de Submarina se enrosca vertiginosamente y cae dentro del charco que ha formado su fluido-ropa. Marina se ahoga, el agua entra a sus pulmones con un rugido hueco, y el prefijo se antepone a su nombre.
Sub-, siempre sub-.
Ha perdido a alguien en lo profundo del océano, y Marina es submarina mientras el agua le sumerge el cuerpo desnudo en la bañera. Desliza su cuerpo a lo largo del baño y se gira, boca abajo, y alargando un dedo del pie arranca el tapón a la bañera. El agua se filtra y se derrama lejos de Marina, dejando su cuerpo empapado en espuma. Quisiera ser espuma de mar, envolver el cuerpo de su amiga hundida como un barco de vela en una tormenta. Pero la espuma es jabón. Marina sale de la bañera.
II
Hace tiempo fue Marina. Sin prefijo. Pero ahora siempre es Sub-. Submarina, subliminal, subconsciente... El baño la ha relajado. Acerca su cuerpo de vértices al armario y toma prestado el vestido negro, que cae sobre sus vértices derramando su tela-líquida y cae, cae al suelo formando charcos de algodón y moda primavera.
El cuerpo desnudo de Submarina se enrosca vertiginosamente y cae dentro del charco que ha formado su fluido-ropa. Marina se ahoga, el agua entra a sus pulmones con un rugido hueco, y el prefijo se antepone a su nombre.
Sub-, siempre sub-.
III
Nadie se baña dos veces en el mismo río, tampoco Submarina con su cuerpo de vértice escapa del devenir y las gotas de agua pegadas a su espalda resbalan, y se transforman en geométrica poesía, formando versos con los lunares, para ser engullidas por la corriente con las zambullidas de Submarina. Algo la absorbe, la arrastra hacia adelante en el río y sube, sube, Submarina deja el río y aparece en una bañera. Acerca sus aletas vértice a las piernas de una mujer, que se está bañado y no la ve, la espuma oculta su cuerpecito de oro entre burbujas olorosas.
VI
El charco de ropa que ha dejado en el suelo la obliga a bañarse de nuevo y Marina vuelve a la bañera de espuma, a flotar en un mar de jabones y agua caliente. Abre las piernas y echa la cabeza hacia detrás. Suena Sinéad O'Connor y toda el agua se vuelve vapor, y ella con el agua, y vuela convertida en miles de pequeños trocitos por el techo del cuarto de baño. Una parte de Marina se adhiere a las baldosas azules y cae en gotitas hacia el suelo, otras se van a los cristales de sus gafas y los empaña, como un suspiro de su boca geométrica. Los demás salen por la ventana y se funden con las nubes que harán llover la ciudad horas más tarde.
En la bañera lo único que queda es un cuerpecito de oro, aleteando y hundiendo la boquita en las pocas gotas de agua-Marina que quedaron, oculto por la espuma del jabón, ya tibia. La cinta de Sinéad llega al final y se rebobina, para comenzar otra vez.
Epílogo
It's been seven hours and fifteen days since you took your love away.
I go out every night and sleep all day
since you took your love away.
miércoles, 18 de noviembre de 2015
Peleas con el olvido
"Me amo en ti
y en tu figura me miro"
Luz Méndez de la Vega.
hunde tu reflejo
en otras aguas
pero nunca te alejes
bilabial es tu nombre
sólo en fonética,
y charcos oscuros
llenos de humedad
refléjate en otro lago
mis aguas se secan
no, no puedes ser
pez dentro de mis aguas
salmón errante nadando
en la corriente
submarina de mi
subconsciente
no emerjas a la luz
no saques, pez,
tu nariz a respirar
mi aire
no te pertenece
no necesitas, pez caprichoso,
una gota de aire
te atreves a hacer brotar
burbujitas
a mi lecho de agua calma
y hudirte de nuevo
y no, no
pescadito olvidado
llevas un anzuelo
en los labios
por qué siempre
acabo atrapada en tu red
hunde tu reflejoen otras aguas
pero nunca te alejes
domingo, 8 de noviembre de 2015
J. Tree
tonight
insomnia carries
your name,
what if I
hold the knife
between my hands
and slash
my belly
up to down?
butterflies armies
will take
flowers apart
jueves, 5 de noviembre de 2015
Las niñas no lloran
Hay un dolor escondido entre treinta perlas de cristal. Una muñeca rota deja a niña tirada en un lado de la cama. Sus ojitos de muñeca viviente miran la despedazada coraza de muñeca rota, con sus cuencas inmóviles fijas en la pared.
Niña se levanta de la cama, recoge a muñeca y pasea alma en pena por el pasillo de la casa.
Mamá está sentada a la máquina de coser, titiritera de botones sueltos en uniforme de trabajar. Manos ágiles navegan por la tela prieta, los dedos como remos. Ojos no miran, están enhebrados en hilo color de rosa y las pestañas se enredan en secreciones saladas de lagrimal, hilo mágico que no deja ver los golpes.
Muñeca vuelve a la vida en las manos de mamá, costuras cerradas de operación con éxito y niña enseña alegres perlas de cristal a mamá.
Hombre vuelve a casa, botón cae de la camisa. Rasga las costuras rosas de los ojos de mamá, las pestañas se despliegan como alas de mariposas, más cerca del sueño perpetuo cada día que pasa.
Niña y muñeca rotas y sin costuras duermen en un rincón. Las perlas de cristal de mamá inundadas en marea roja y se abren, dolor escondido se escapa volando por la ventana.
Los rayos del sol iluminan la estancia y mamá se levanta, recoge a niña rota, a muñeca rota, las cuelga boca abajo en un tendal y las deja secar. Están mojadas de mar rojo las perlas de cristal, están inundados los párpados de hilos del lagrimal.
Niña se levanta de la cama, recoge a muñeca y pasea alma en pena por el pasillo de la casa.
Mamá está sentada a la máquina de coser, titiritera de botones sueltos en uniforme de trabajar. Manos ágiles navegan por la tela prieta, los dedos como remos. Ojos no miran, están enhebrados en hilo color de rosa y las pestañas se enredan en secreciones saladas de lagrimal, hilo mágico que no deja ver los golpes.
Muñeca vuelve a la vida en las manos de mamá, costuras cerradas de operación con éxito y niña enseña alegres perlas de cristal a mamá.
Hombre vuelve a casa, botón cae de la camisa. Rasga las costuras rosas de los ojos de mamá, las pestañas se despliegan como alas de mariposas, más cerca del sueño perpetuo cada día que pasa.
Niña y muñeca rotas y sin costuras duermen en un rincón. Las perlas de cristal de mamá inundadas en marea roja y se abren, dolor escondido se escapa volando por la ventana.
Los rayos del sol iluminan la estancia y mamá se levanta, recoge a niña rota, a muñeca rota, las cuelga boca abajo en un tendal y las deja secar. Están mojadas de mar rojo las perlas de cristal, están inundados los párpados de hilos del lagrimal.
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