Mi pensamiento es un moño en lo alto
de mi cabeza, es un revoltijo de ideas hechas forma, apartadas del
cuello, del calor y el sudor.
Mi pensamiento se enrosca como una
serpiente en torno a su presa, y engulle y aprisiona y se mantiene
firme.
Mi flequillo irregular, tijeretazo de
peluquería casera, cae sobre los ojos y los tapa, los envuelve en
halo de vapor.
Los pelillos pequeños, como las
pequeñas ideas, molestan al día a día, y son presos de horquillas,
geles y sprays que les pegan a la masa, por el bien del conjunto.
Mi pelo y mis ideas amanecen revueltos,
anudados y llenos de electricidad, frente al espejo se asienta y al
viento esparce su olor como las flores esparcen sus semillas.
Cabellos, como ideas, hay de muchos
tipos, colores y formas, e incluso los hay que carecen de esto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario